PREGRADO
Resumen de algunos datos:
1) Ingreso-Egreso: El ingreso a la Facultad de Medicina se realiza por inscripción libre y voluntaria de los estudiantes que hayan completado el ciclo de enseñanza Secundaria (opción Biológica). El número de estudiantes que ingresan cada año a la Facultad de Medicina es superior a 1100 desde el año 1999 (1200 estudiantes inscriptos en el año 2004). El porcentaje de estudiantes que egresan de la Facultad en el plazo del currículo (8.5 años) varía entre 16.3% y 23.5%. Para las generaciones de ingreso estudiadas (desde 1985) menos del 50% de los estudiantes egresan de la Facultad.
2) Etapa preclínica: Esta comprende en forma sucesiva el Ciclo Básico (0.5% año) y el ESFUNO (Ciclo de Estructuras y Funciones Normales: 2.5% año). El 17% de los estudiantes que ingresan finaliza la etapa preclínica en los plazos del currículo, mientras que el 47% de los inscriptos lo hace luego de 9 años. Sin embargo sólo un 2% de este porcentaje se retrasa más de 2 años. En todos los cursos del ESFUNO menos del 40% aprueba el curso en el primer período (3 períodos de examen/año), siendo menor del 60% luego del tercer período.
3) Etapa clínica: Esta comprende: CEFA (Ciclo de Estructura y Funciones Alteradas: 0.5 año), CIMI (Ciclo Introductorio a la Medicina integral: 0.5 año), CICLIPA 1 (Ciclo Clínico Patológico: 1 año), CICLIPA 2 (1 año), Ciclo Materno Infantil (1 año), Internado Obligatorio (1 año). Independientemente del retraso en el egreso de esta etapa que implica el egreso de la Facultad, sólo el 5 % no lo superan. El 100% de los estudiantes que llegan al Internado obligatorio lo aprueban, siendo la calificación 12 (sobresaliente) la obtenida por el 88.7% de los estudiantes.
Los datos antes mencionados fueron extractados “Las pruebas escritas de opción múltiple. Aportes para una mejora”. E. Macri, 2202.
POSGRADO
En el año 1951, el Decano de la Facultad de Medicina, Prof. Mario A. Cassinoni presentó ante el Consejo Directivo de la Facultad de Medicina el proyecto de creación de la Escuela de Graduados. El 18 de setiembre fue aprobado el texto definitivo que resumía los proyectos presentados.
La EG ofrece capacitación para la obtención de títulos de Especialistas, Diplomaturas, Maestrías y Doctorados. Tiene como objetivo ampliar la capacitación profesional logradas en programas de grado o de posgrado.
Está dirigida por una Comisión presidida en la actualidad por el Prof. Dr. Jorge Torres e integrada por miembros de los tres órdenes: docente, egresado y estudiantil.
Se llevan adelante el desarrollo de 50 especialidades destinadas a médicos. Estas consisten en la formación en un área restringida del ejercicio de la profesión médica que debe tener un campo de acción definido, tal como lo define el reglamento de la escuela.
El Consejo de la Facultad dispuso en 1994, que el ingreso a todas las especialidades fuera a través de prueba de ingreso, determinando la creación de cupos en base a la capacidad docente de cada servicio docente.
Por resoluciones del Consejo de la Facultad de Medicina de fechas 30/04/97 y 29/04/98 (resoluciones Nº 42 y Nº 59) se determina la residencia como prueba de suficiencia de ingreso a varias especialidades médicas y quirúrgicas que veremos a continuación.
El ingreso a las carreras de posgrado se realiza de diferentes formas:
Los criterios para la determinación de los cupos de ingreso a los cursos se ha realizado en forma dispar en los diferentes servicios docentes: capacidad docente según horas docente; teniendo en cuenta actividades de pregrado; número de alumnos de posgrado, número de pacientes, etc. Es necesario tener criterios comunes para determinar el número óptimo para brindar una formación adecuada del especialista.
Otro elemento a tener en cuenta al fijar los cupos, es el número de especialistas existentes en el país, su distribución territorial y una estimación de las necesidades reales de cada una de ellos, en el marco del cambio de modelo asistencial que en teoría todos creemos imprescindible para asistencia médica calificada y equitativa de nuestra población.
Debemos también llegar a un acuerdo en cuanto al tipo de evaluación que se debe realizar para el ingreso al posgrado: prueba tradicional en dos etapas en base a temas exclusivamente de la especialidad que se va a cursar; otra modalidad podría ser con una primera prueba de aspectos generales de la medicina con hincapié en la Bioética, metodología de la investigación y políticas de salud común a todos los cursos o una similar pero común de cada área y una segunda prueba específica de la especialidad. Otra serie de aptitudes a evaluar podrían ser: escolaridad (teniendo en cuenta algunos de los ciclos como el CICLIPA) lo que mejoraría la dedicación de los pregrados; méritos académicos (grado 1 de las básicas), entrevista personal sólo realizada en neonatología, terapia intensiva de niños y psiquiatría pediátrica, evaluada por la UDR, como muy buena experiencia.
En cuanto a la forma de realizar los cursos de posgrados, en el Taller sobre “Formación de Especialistas” organizado por la EG en 1995, se evidenció que el aprendizaje en las especialidades por sistema de residencias eran de mejor calidad que los PG convencionales. En esto inciden, entre otros factores el económico y la mayor dedicación por parte de los docentes, no obstante ello se concluyó que la mejor manera de aprender es con una figura de alta dedicación horaria, con ingreso a través de una prueba de selección que exija una preparación previa importante. Aquí es interesante plantear la creación de cargos de residentes fuera del ámbito público, teniendo en cuenta el sistema asistencial en el interior del país (FEMI) para algunas de las especialidades.
Según datos de la Escuela de Graduados, previo a 1994, el número de ingresos totales a la misma era de 1260 alumnos, siendo el egreso de 250 especialistas. Esta diferencia se explica porque muchos aspirantes se inscribían abandonaban y se reinscribían unos años después; otros realizaban un par de años de cursos y luego desertaban. Posteriormente se observó que la exigencia de las prueba de suficiencia desestimuló a aquellos que no tenían la intención de finalizar los cursos. Otro factor a tener en cuenta es que el número de inscripciones refleja sólo número de aspiraciones, un mismo aspirante se anotaba para rendir más de una prueba de ingreso. El ingreso anual a la Escuela es de alrededor de 500 médicos y egresan aproximadamente 370 posgrados, lo que evidencia una alta proporción de médicos generales aspiran a realizar un posgrado. Esto viene determinado muchas veces por razones laborales y la jerarquización social y académica del especialista versus el médico general.
En noviembre de 2001 se llevó a cabo una encuesta médica nacional realizada por Factum donde se evaluaron algunos puntos como la opinión sobre la fijación de cupos de ingreso a su especialidad donde no hubo diferencia de opinión entre los subgrupos; respecto a la tenencia de títulos de posgrado: el 67% de los médicos encuestados posee título de posgrado frente a un 34% que no lo posee. Dentro de los que posee título de Especialista 52% tiene uno, un 13% tiene dos y un 2% posee tres títulos. En cuanto a la forma de acceso a los títulos: 16% lo obtuvo a través de la residencia, 62% por curso de posgrado convencional; 5% por Competencia Notoria y 1% por Actuación Documentada. También se solicitó opinión respecto de la evaluación de la formación: el 84% la consideró buena, 8% regular y mala el 8%. En cuanto a la cantidad de especialidades en que se desempeña tenemos que el 74% lo hace en una especialidad, un 23% en dos y un 4% en tres. Sobre la adaptación de formación de posgrado al ejercicio profesional el 74% opinó que es adecuada, más o menos adecuada para el 7% y poco adecuada para el 19% de los encuestados.
Otras formas de obtención de título de Posgrado están: por competencia notoria y actuación documentada
La realización de los cursos por régimen del interior merece consideración especial. Este régimen especial está dirigido para graduados que residen o aquellos que con regularidad cumplen tareas asistenciales en el interior del país. Se requiere la concurrencia al servicio donde se desarrollaran los cursos con la frecuencia que este determine y la asistencia de un tutor en la especialidad en el interior. Esta figura se refiere a un ex-docente o profesional de probada solvencia, cuya función será de apoyo, control y evaluación del estudiante y que debe mantener vinculo constante con la UDR. La posibilidad de realizar este régimen no sólo favorece al graduado sino al medio donde este actúa siendo un estímulo científico para los demás colegas.
Si tenemos en cuenta la definición del Claustro del Perfil del médico del 5 de abril de 1995: “ Un médico responsable, con sólida formación científica básica y clínica, capaz de realizar diagnósticos correctos, tomar decisiones clínicas precisas, comunicarse adecuadamente en su misión de prevenir, asistir y consultar; profundamente humanista, crítico, preparado para investigar, educar y educarse, dispuesto siempre a aprender, elaborando durante su preparación las herramientas metodológicas imprescindibles a tal fin; comprometido con la ética, preparado conscientemente para trabajar en un sistema que priorice la atención primaria de salud, y adiestrado para interactuar armónicamente con los otros profesionales de la salud”, deberíamos lograr consensuar que lo primordial es orientar la educación médica hacia la formación de un médico general de excelencia capaz de resolver el 80% de los problemas prevalentes, en el marco de un escenario de cambio de modelo asistencial a nivel mundial. Para lograr que el médico general sea el principal protagonista en la Atención Primaria de la Salud es necesario brindarle dignificación económica y académica a través del programa de DPMC liderado el Comité de Educación Médica de la Escuela de Graduados y los gremios médicos, FEMI y SMU. No deberían ser motivos para la realización de un posgrado la necesidad de calificar mejor para la inserción laboral, mejorar la remuneración o mantener nivel académico adecuado para el ejercicio de la profesión de médico.
Por último debemos discutir un tema que ha generado polémica en el ambiente médico: el posgrado de Medicina Familiar y Comunitaria. Esta especialidad no sustituye ni compite con el egresado como médico general; será un médico que actuará fundamentalmente en el área extrahospitalaria realizando un enfoque global del proceso salud-enfermedad, encarando la salud de la familia y la comunidad con énfasis en las tareas de prevención y promoción. Se desempeñará integrando un equipo multidisciplinario, al que liderará y organizará en un área geográfica específica de acción.
En esta VIII Convención Médica debemos discutir sobre varios puntos, entre otros que probablemente se nos escapan en este resumen: