Día del Médico

“Día del Médico” (3-12-03)

LANZAMIENTO DE LA OCTAVA CONVENCIÓN MÉDICA NACIONAL

Sr. Fernando Buttazoni:

Buenas tardes a todos, en nombre del SMU, FEMI y del Comité Organizador de la 8ª Convención Médica Nacional, les queremos dar a todos la bienvenida a este acto que se celebra el mismo día en que se conmemora el Día del Médico. En el estrado del acto se encuentran: la Decana de la Facultad de Medicina, la Dra. Ana María Ferrari, el Dr. Tabaré Caputti, Presidente del Comité Organizador de esta Convención, el Dr. Marcos Carámbula, Presidente del SMU, el Dr. Yamandú Fernández, Presidente de FEMI.

Queremos resaltar y agradecer la presencia de autoridades, del Intendente de Montevideo, el arquitecto Mariano Arana, el Presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes, el Dr. Luis Galo, el integrante de la dirección del PIT-CNT, Juan Castillo, que nos pidió que informáramos que dentro de un ratito se tiene que ir para el acto final por el referéndum. Agradecemos a todos su presencia. Para comenzar este acto le damos la palabra al Presidente del SMU, Marcos Carámbula.

Dr. Marcos Carámbula (Presidente del SMU):

Buenas noches. Estimado amigo, intendente de Montevideo, muchas gracias por recibirnos en esta casa. Estimados legisladores que nos acompañan, estimado compañero Juan Castillo del PIT CNT, autoridades que nos acompañan, colegas y amigos.

En primer lugar, feliz día del médico para todos los que aquí están. Es para nosotros realmente un orgullo, festejar por primera vez luego de muchos años junto a la FEMI, el día del médico. Es decir, es un primer acto en forma conjunta que festejamos este aniversario y tiene sin duda un especial significado. Nuestro saludo a los médicos y a las médicas de todo el país. A los que todos los días, dejando atrás angustias, preocupaciones, incertidumbres, salen a trabajar poniendo su profesión, su vocación, su sentido de solidaridad por encima de todo. A todos ellos nuestro mejor deseo en el día del médico. A los médicos jóvenes, que son muchos, que todavía no tienen trabajo, que han hecho un enorme esfuerzo para recibirse, en avanzar en la carrera, en especializarse y que sin embargo hoy no tienen trabajo. A los médicos rurales que hoy no están acá, pero están representados por la FEMI y que todos los días hacen su trabajo con gran esfuerzo.

A los médicos que están fuera del país y que hoy que estamos convocando esta convención, los estamos convocando. En esta Convención Médica Nacional, entre todos, los incluimos a ellos y a ellos -desde ya- los estamos convocando a que den su aporte. A los médicos latinoamericanos porque es bueno recordar que este día del médico, es el día médico americano y recuerda el nacimiento de Carlos Finley, médico cubano descubridor del transmisor de la fiebre amarilla, en un homenaje que los médicos de América Latina le hacemos. A todos nuestro saludo. A la Facultad de Medicina que especialmente queríamos que estuviese con nosotros, particularmente a su Decana, mujer, pediatra reconocida, con todo lo que eso significa y todo lo que tenemos por delante junto con la Facultad de Medicina. Desde la formación, hasta la educación médica continua, al trabajo en la investigación y en la calificación de nuestros médicos.

Nuestro saludo especial a los trabajadores. A la central obrera, al PIT-CNT, con los cuales hay una larga historia de solidaridad y de unidad en toda la historia de nuestro gremio en 83 años de trabajo en forma conjunta por los mejores intereses de la sociedad uruguaya. A la federación de Salud Pública, con quienes hemos trabajado tan arduamente. A la federación uruguaya de la Salud con quienes también tenemos un desafío muy importante. A la sociedad de los uruguayos, que es solidaria, que es participativa, que nos empuja, que nos reclama y nos apoya, que nos empuja a la hora de los cambios. A todos nuestro saludo de esperanza de encuentro, esta 8ª Convención Médica Nacional que en el día de hoy se pone en marcha formalmente, es una convocatoria a la esperanza. Es una convención para los cambios. En dos frases de Juan Carlos Macedo, nuestro entrañable Presidente y colega, resumimos: “Es la eterna novedad, es la vida que no acaba.” Y decía Juan Carlos: “Construir es la única decencia, eso es saber.”

Convención Médica Nacional que se inicia con el recuerdo y el compromiso que a todos nos une a figuras entrañables que estuvieron con nosotros en la 7ª Convención Nacional: el Prof. Crottogini, el Dr. Cardozo, el Dr. Avellanal, el Dr. Sachi, el Dr. Hetorena, el Dr. Pareja Pyñeiro, el Dr. Morquio, el Dr. Suárez Menéndez y tantos referentes ineludibles de nuestro gremio. Es la fuerza de nuestro gremio, es la fuerza de nuestra solidez, de nuestras convicciones, es un tiempo que lejos de resignarnos, que lejos de seguir pateando contra el clavo, de pensar que esto no tiene cambio, estamos convencidos de que esta salud entre todos se puede cambiar. A eso es que los estamos convocando y como bien decía una vecina en una de las asambleas abiertas que han sido preparación de esta convención, sumando saberes y voluntades. De eso se trata y ese es el compromiso que el SMU desde sus 83 años de historia, desde su compromiso de siempre con la salud de los uruguayos. Muchas gracias.

Sr. Fernando Buttazoni:

A llegado una cantidad muy importante de saludos y deseos de éxito para esta convención y de saludos por el día del médico. Entre otros: saludos del Dr. Francisco Gallinal Nieto, el Decano de la Facultad de Derecho, el Dr. Alejandro Aval, la secretaria de relaciones nacionales del secretariado del PIT-CNT, Ivonne Pasada. El Dr. Wellington Mario Zarasúa, Presidente de Ginecotología del Interior del Uruguay, el Presidente de la Sociedad de Psicoterapia del Uruguay, el Psic. Luis Correa Haido, la coordinadora de Psicólogos del Uruguay envió un saludo a través de su secretaria general, Carolina Mol. Hay otros más que los seguiremos mencionando en el correr del acto. A continuación hará uso de la palabra el Presidente de la FEMI, el Dr. Yamandú Fernández.

Dr. Yamandú Fernández (Presidente de FEMI):

Señor Intendente de Montevideo, autoridades presentes, colegas, amigos, cuando asumimos junto con el SMU, esta enorme responsabilidad y este enorme esfuerzo de organizar una Convención Médica Nacional, lo hicimos fundamentalmente porque consideramos que esta es una excelente oportunidad para avanzar hacia las soluciones de los grandes problemas y de los grandes temas que afectan y preocupan a los médicos, pero que fundamentalmente afectan y preocupan a la salud de la gente. Esa es la razón por la que esta convención nace bajo el signo de la participación amplia y la convocatoria también amplia a todos los médicos del país. A los estudiantes de Medicina, a los docentes de la Facultad, pero también a la convocatoria amplia y participación de toda la sociedad, porque aspiramos que a lo largo de esta convención que hoy iniciamos tengamos la posibilidad de mantener un diálogo directo y permanente con diferentes actores, representantes de nuestra sociedad.

Dentro de los muchos temas que seguramente vamos a poder abordar y vamos a tener la oportunidad de profundizar, hay uno que hoy nos interesa señalar especialmente y nos estamos refiriendo al concepto de la unión gremial entre los médicos de este país. Es una realidad la existencia y diferenciación de dos gremios médicos: el SMU y la FEMI. Esta diferenciación obedece entre muchas otras razones a circunstancias históricas, orígenes, identidades y realidades diferentes. Realidades, orígenes, identidades que deben ser reconocidas y respetadas. Pero entendemos que por encima de estas diferencias, los dos gremios tenemos muchas y muy importantes cosas en común y por ejemplo basta mencionar que tenemos en común, nada más ni nada menos, una misma misión y un mismo objetivo a cumplir: dignificar la profesión, promover el pleno desarrollo de los médicos de este país y fundamentalmente velar por la salud de la gente. Es un compromiso superior y una misión superior que no reconoce diferencias territoriales. Por eso, por encima de estas diferencias, las mismas diferencias que existen entre la capital y el Interior, que quizás tengan su máxima expresión en la patología del centralismo, por encima de esas diferencias, hoy proponemos una visión unificadora, proponemos mecanismos que nos permitan a los dos gremios encontrar los grandes acuerdos para avanzar en las soluciones de los grandes temas que nos unen. Este es un concepto que esperamos poder profundizar a lo largo de esta convención.

Otros concepto que nos interesa señalar -especialmente hoy- porque estamos celebrando el día internacional del médico, es que debemos trabajar para recuperar el respeto, el reconocimiento, la confianza de la gente y la sociedad por la profesión médica y por los médicos integrantes de la misma. Es un hecho y una realidad que por diferentes circunstancias, se ha ido perdiendo la imagen, la consideración y el concepto de la gente hacia el médico. Es nuestra tarea la de recuperar esa confianza perdida. Para eso debemos reafirmar y profundizar la vigencia de los valores éticos y morales de la profesión. Seguramente entonces, vamos a tener que iniciar un proceso de autocrítica muy sincero y valiente que deberá estar despojado de cualquier interés corporativo, para así recuperar la confianza perdida. Y hoy que estamos celebrando el día del médico, tenemos que reafirmar ese compromiso de que de esta convención salga con mucha fuerza el apoyo hacia la ley de colegiación médica y hacia la existencia de un código de ética único para todos los médicos del país.

Por último nos interesa destacar que confiamos que de esta 8ª Convención Médica salgan las grandes propuestas de cambio quizás esta sea, no sé si la última pero sí una gran oportunidad para realizar las grandes propuestas de cambio. Propuestas de cambio que sean nuestra contribución a la solución de los grandes problemas que afectan al sector salud de este país y a la atención médica de sus habitantes. Seguramente en la 8ª Convención podremos encontrar los grandes acuerdos y coincidencias que contribuyan a esas propuestas de cambio y contribuyan a construir una política de Estado en salud. Decíamos que esta convención nace bajo el signo de la participación, creemos que también bajo la consigna de las propuestas para el cambio. Queremos decirles que la FEMI, sus gremios, sus organizaciones asistenciales y nosotros, sus médicos nos sentimos profundamente identificados y comprometidos con ese cambio y fuertemente decididos a avanzar en ese camino. Por eso confiamos que nuestro trabajo, con nuestra experiencia y con nuestras propuestas a lo largo de esta convención realmente podramos contribuir a lograr esa idea y ese propósito de entre todos tener un Uruguay más saludable. Gracias.

Sr. Fernando Buttazoni:

Tenemos más saludos. De la Dra. Susana Incola directora del Hospital de San José. De la directora del Hospital de Fray Bentos, del Dr. Alberto Cino, del Hospital de Paysandú. Del contador Enrique Roich, Presidente del Banco de Seguros del Estado. Ahora le damos la palabra a la Decana de la Facultad de Medicina, la Dra. Ana María Ferrari.

Dra. Ana María Ferrari (Decana de la Facultad de Medicina):

Buenas noches a todos, adhiero a las felicitaciones de Marcos a todos los colegas presentes y a los que no están acá. En representación de Facultad de Medicina, saludo a la 8ª Convención Médica Nacional. Los temas que tratará esta convención están íntimamente ligados a la vida de nuestra facultad. En tanto formadora de médicos y otros trabajadores de la salud, le incumben todos los temas vinculados al pregrado, al posgrado y a la educación permanente. En tanto parte de la Universidad Pública, es su obligación opinar sobre la atención a la salud y la forma en que ella debe realizarse. A través de la formación de pregrado y posgrado y de la educación permanente debería ser capaz de transformar el ejercicio de la profesión médica. Los médicos formamos parte de la Facultad y como orden de egresados, participamos en su gobierno. Las discusiones que se procesarán en esta 8ª Convención contribuirán a la opinión de los egresados en el co-gobierno y ayudarán a tomar decisiones trascendentes para el futuro del país. Todos los médicos sentimos la necesidad de participar en un modo u otro en las distintas instancias que se irán desarrollando.

La realidad de este Uruguay del siglo XXI no nos satisface. La profesión médica ha perdido prestigio y los médicos somos en gran parte responsables de ello. La ambición personal y grupal ha llevado a la distorsión personal y grupal ha llevado a la distorsión del sistema de atención médica, al deterioro de la relación médico-paciente, a la explotación de unos colegas por otros, a que la incorporación de tecnologías haya privilegiado el sistema privado por el público, a la pérdida de algunos valores éticos más preciados de nuestra profesión. No creo que los médicos seamos los únicos culpables de todos los males que aquejan a nuestro sistema de salud, pero sí afirmo que no somos ajenos a ellos. Veo esta 8ª Convención como una instancia invalorable de reflexión y construcción como una instancia en la que todos los temas se pondrán sobre la mesa y en la que ningún tema será tabú y al final de la cual saldremos fortalecidos, para el bien de la profesión médica y del pueblo uruguayo. Mucha suerte y a trabajar fuerte.

Sr. Fernando Buttazoni:

Termino con los saludos. El plenario de instituciones de asistencia médica colectiva envió su felicitación. También la presidenta de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, la arquitecta Perla Cópola y el secretario general, Hugo Rea. El representante nacional Raúl Bergstein, el ingeniero Agrimensor Gustavo Iglesias, Presidente de la Sociedad de Agrimensores del Uruguay. Se comunicó telefónicamente para explicarnos que por motivos familiares no puede estar aquí el Presidente de la Cámara de Representantes el Dr. Jorge Chaper. Para culminar esta parte de nuestra celebración le damos la palabra al Presidente del Comité Organizador de la 8ª Convención Médica Nacional, el Dr. Tabaré Caputti.

Dr. Tabaré Caputti (Pte. del Comité Organizadro de la 8ª Convención Médica Nacional):

Señor Intendente de la ciudad de Montevideo, señores legisladores, señora Decana de la Facultad de Medicina, compañeros, colegas, amigos. En este día tan sensible y tan querido para todos nosotros, yo quiero comenzar estas palabras recordando una fecha de hace 20 años: el 7 de febrero de 1984. Esta ilustración lo testifica. Un grupo de médicos de dirigentes gremiales de Montevideo y del Interior, junto a connotadas figuras de la Medicina que prestaban su respaldo ético y moral. Convocamos una conferencia de prensa que fue al mismo tiempo, acto de lanzamiento de la 7ª Convención Médica Nacional. Prácticamente hace 20 años. Circunstancias muy distintas y épocas muy distintas. Una dictadura en agonía, pero que no se resignaba a disminuir sus desplantes represivos. Al día siguiente tuvimos una expresión de ellos, que fue prácticamente insignificante en comparación con las graves violaciones de derechos humanos que sufrimos durante todas esa época; a las muertes y a las torturas y a las que también íbamos a sufrir algún mes después testificada por la tortura y muerte de Vladimir Roslik en San Javier.

Era un instante que con el SMU intervenido, la Comisión Intergremial Médica luchaba intensamente, con coraje, con decisión, para mantener la actividad en un Montevideo muy difícil y en un momento en que la FEMI luchaba denodadamente para mantener encendida la luz de la actividad sindical, en un Interior conflictivo, difícil, lleno de persecuciones y dificultades. La presencia de esos médicos que vemos en esa foto, de distinguidas personalidades que la mayoría de nosotros reconocemos, significó un respaldo invalorable en ese instante. Muchos de ellos no están presentes hoy aquí con nosotros. Están en nuestro recuerdo respetuoso y en nuestro homenaje permanente por su continua vocación de servicio, no sólo en su carácter de médicos, de luchadores sociales, de trabajadores por la salud y la democracia. A todos ellos, a los que mencionó Marcos y a todos estos y a muchos más, nuestro permanente homenaje particularmente en nuestro día. Hay otros compañeros que están aquí con nosotros y que seguirán luchando y esa renovación generacional nos permitirá mantener esa llama encendida por colegas hace muchos años. Mantener viva esa imagen que todos los tres de diciembre, entre todos los homenajes, los saludos y las felicitaciones y los augurios que los médicos recibimos, también recibimos ese legado, ese compromiso, ese destino de seguir luchando por la salud de nuestro pueblo y por esos valores que son tan indispensables para la salud humana, en el plano de la libertad y de la vigencia irrestricta de todos los derechos.

Era una época distinta y difícil. Era una época también de crisis tanto de la asistencia médica colectiva, como de la asistencia pública que conspiraba también contra el trabajo de los médicos, que dificultaba ese trabajo y era una época que era necesario adoptar posiciones y establecer parámetros frente a la violación de los derechos humanos y respecto a la ética de todos los médicos del Uruguay. Esos fueron los énfasis de esa convención que reunió muchos cientos profesionales en un momento sumamente difícil. Sin ningún otra cosa que haber –después de varios conflictos- invitado al subsecretario que era médico a participar también en la convención.

Veinte años transcurridos, muchas cosas han cambiado, algunas para mejorar. Naturalmente que hay un cambio sustancial desde el punto de vista de la vigencia de los derechos. Pero hay otras situaciones hay otras circunstancias que no han avanzado y no que no han cambiado sustantivamente en estos 20 años. Desde el punto de vista de la salud y de la atención médica, no es un momento de hacer un análisis detallado del diagnóstico de situación en cada uno de los instantes, pero como grandes pantallazos o pinceladas, digamos que hay más infraestructura, se gasta más en salud y atención médica. Hay más recursos de técnicos, en cuanto a los médicos prácticamente se ha duplicado la cifra en estos 20 años. Pero sigue habiendo pacientes sin médicos y médicos sin pacientes. Hay una distribución y una utilización del recurso que no es la adecuada. Hay un acceso que no es igualitario. La equidad no es una regla en la atención médica y el financiamiento no es como debe ser, relacionado con los ingresos, sino independiente de los mismos.

Veinte años transcurren y vuelve a surgir la inquietud cada vez mayor a lo largo de estos años. Porque en ese transcurso de estos años, los gremios trabajan activamente en la defensa de los derechos de sus integrantes y además de todos los ciudadanos, porque esa es una característica de los gremios de la salud. No sólo la preocupación de sus integrantes, sino por la salud del pueblo, porque la salud es un bien sustancial y un derecho fundamental que deben defender los gremios. Los gremios actúan y surge nuevamente la inquietud de la realización de una nueva Convención Médica Nacional. Las convenciones no están regidas por ningún conjunto normativo que establezca a priori cual es su frecuencia y cuales son sus características. Aparecen como respuestas naturales frente a situaciones conflictivas y precisamente este es un instante que justifica la realización de la convención. La propuesta del SMU, recogida rápidamente por la FEMI, concitó la atención y rápidamente, en muy pocos meses, ambos gremios coincidieron conjuntamente con la asociación de docentes y de estudiantes de medicina, tradicionalmente vinculada a la realización de estos eventos, en la necesidad de hacer esta nueva convención. Y así se pone en marcha con un objetivo fundamental: analizar los problemas sustanciales que hacen a la salud y a la profesión médica con la máxima participación de los colegas. Habilitando y posibilitando los medios, las vías, las oportunidades y las circunstancias para que todos los colegas –si es posible- participen en alguna o en todas las etapas de discusión de esta convención, en el análisis de estos temas. Son temas que hacen a la salud, al trabajo, al ejercicio profesional del médico, a la organización gremial del médico, son temas que además hacen a toda la salud del pueblo.

Tenemos que advertir que naturalmente conocemos y sabemos en primer lugar que de salud hablamos los médicos porque creemos que es nuestro derecho hablar y opinar de salud, pero creemos que la palabra de los médicos es necesaria pero no suficiente. Que de salud tienen que hablar todos. Tienen que hablar la comunidad, tienen que hablar los demás gremios de la salud, tienen que hablar todos los trabajadores, tienen que hablar todas las organizaciones sociales, tienen que hablar los sectores políticos y quienes tienen responsabilidad de gobierno. Este primer aspecto tiene que quedar absolutamente claro. Nosotros no renunciamos a nuestro derecho a expresarnos, pero respetamos absolutamente, la posibilidad y la obligación de expresarse en torno a estos temas de los demás componentes de la sociedad.

En segundo lugar hablamos de salud pero sabemos que salud no es sólo, ni significa ausencia de enfermedad. Que salud es un estado de equilibrio bio-psico-social. Que salud es un estado de satisfacción desde el punto de vista de la vida de la comunidad. Que tiene en la atención médica uno de sus valuartes más importante, pero no el único. También en este caso la atención médica es necesaria, pero no suficiente y que junto con la atención médica tienen que transcurrir todos los demás elementos del nivel de vida que conforman ese estado de satisfacción bio-psico-social que permite la vida en comunidad: trabajo, vivienda, educación, vestimenta, recreación, son también factores que inciden fundamentalmente en el estado de salud de la población, conjuntamente con la atención médica y con el ejercicio irrestricto de las libertades individuales. Con esas precisiones entonces, la convención comienza a trabajar. Con la aspiración de obtener la participación de todos los médicos del país. Con la intención de facilitarla a través del cumplimiento de distintas etapas de discusión de los temas. Con la intención además de que esa participación sea amplia, sea científica, sea documentada, sea además integrada con el concepto humano que impregna los actos médicos y que impregna la condición de médicos. Ninguno de los médicos nos podemos separar de esa características y lleva implícita en cada una de nuestras manifestaciones. No sólo el conocimientos científico. Por eso la Medicina, no es sólo una ciencia, sino una ciencia y un arte de actuar en la comunidad para mejorar las condiciones de vida de la gente.

Con esos objetivos es que se ha confeccionado el temario de esta convención que como decíamos antes tiene temas que hacen a la atención médica y a la política de salud. Ese es un primer tema fundamental, porque consideramos que las dificultades en las cuales no quisimos entrar porque quienes están aquí presentes las conocen bastante bien, vinculadas a la atención médica, con la superposición de acciones, con la inexistencia de programas que lleguen a la totalidad de la población, son por todos conocidos, pero hay un hecho que nos parece sustancial y sobre la cual la convención debe expedirse ¿Consideramos que es necesaria una política de salud que adquiere el carácter de política de Estado y que constituya el marco de referencia de las acciones, de los planes y de los programas que se redacten a punto de ese conjunto de normas? Consideramos que eso es indispensable porque precisamente la definición de una política es: un conjunto de normas que se pretenden aplicar a un conjunto social. Estas tienen determinadas características: que sean explicitas que sean coherentes, es decir que abarquen no sólo el tema de la atención médica, sino además los demás aspectos vinculados al nivel de vida, que sean factibles en cuanto a la participación, en su determinación, también de la comunidad organizada y de los que forman parte de esas acciones y que sea viable por el aporte de los recursos económicos imprescindibles para llevarlo adelante.

Nuestro país tiene el privilegio de tener recursos humanos calificados en torno a la atención médica. Tiene el privilegio de tener una infraestructura altamente calificada tanto en plantas físicas como en equipamientos, no tiene en cambio la asignación adecuada y distribución de los recursos necesarios. Entonces, desgraciadamente un concepto de solidaridad que estaba implícito en nuestra formación y que sigue siendo un concepto fundamental dentro del cuerpo médico y del gremio, va teniendo dificultades para aplicarse adecuadamente. Porque aún en aquellas organizaciones que hacen de la solidaridad su principio –las instituciones de asistencia médica colectiva- donde de alguna manera quienes no tienen patología, están ayudando a quienes tienen patología, en ese hay una solidaridad en torno al riesgo, pero no lo hay en torno al aporte económico, porque paga la misma cifra quién tiene mucha capacidad económica, como quien tiene poca y el concepto de solidaridad de riesgo se va perdiendo ante la incidencia de factores económicos que obligan a las familias a mantener afiliada a quienes tienen patología y no afiliar a quienes no tienen patología. Es decir, que las bases políticas a la salud son un requisito indispensable para el tratamiento de los demás temas vinculados con la atención médica, con su estructura, con su organización y su financiamiento y naturalmente van implícitos una cantidad de aspectos más no por ciertos menos importantes vinculados al modelo de atención, a la incidencia y a la importancia de los procedimientos de promoción y prevención de salud y rehabilitación. En fin, vinculados a la dotación, a la dotación de médicos, a la ubicación de los médicos, a la ubicación de los médicos, a la distribución y utilización de los recursos del equipo de salud, que son objeto de tratamiento precisamente dentro de ese tema.

Naturalmente que está íntimamente ligado al segundo tema que es trabajo médico. Vaya si está vinculado a una adecuada organización de la estructura de los médicos. De otra manera no puede concebirse un análisis del trabajo médico y en este momento es absolutamente indispensable establecer las bases y las formas correctas de trabajo médico, conjuntamente con otras normas que pensemos que deben modificarse en el futuro para asegurar la atención médica que necesitamos. Esto está también íntimamente ligada a la formación médica. A las características de pregrado, posgrado y educación médica continua que constituyen el tercero de los temas de la convención y naturalmente está íntimamente vinculado a la ética médica, la colegiación médica y la normas que las rigen. Este tema ha sido tema de múltiples convenciones hasta ahora.

Hubo un avance desde la última convención hasta ahora en términos de la legislación de las instituciones gremiales, la FEMI y el SMU, elaboraron sendos códigos de ética que aplican para sus afiliados. Pero el reclamo del cuerpo médico es que vaya más allá de una norma gremial que esté dirigida solamente a los afiliados para convertirse en una norma legal que obligue a la totalidad de los médicos del país, porque así lo requiere el cumplimiento de normas tan importante como las normas de ética y deontología médica.

El quinto tema –para ir muy rápidamente- hace a la organización de los médicos desde el punto de vista gremial, hay mucho que conversar sobre ello. Hay muchos más puntos de coincidencias que de discrepancias y hay necesidad de hablar ese tema con la claridad y la extensión que corresponde, para reforzar cada vez más los factores que nos unen y la acción común del gremio médico en todo el país.

Dentro de la consideración de estos temas hay aspectos que resultan fundamentales: ¿Cómo se van a considerar? En la organización de la convención establece que en primer lugar actuarán durante un lapso del orden de tres meses, comisiones redactoras que tienen una integración libre. El Comité organizador designa determinados colegas para integrar esa comisión redactora de cada uno de los temas en base a su versación, sus antecedentes y su disponibilidad, pero cualquier otro médico que desee participar de esas comisiones redactoras está en el derecho de hacerlo. Esta es la primera vía de participación de los médicos esas comisiones redactoras elaborarán informes que podrán ser únicos, que podrán ser varios, podrán ser expresión de posiciones que impongan que haya tres o cuatro informes dentro de una comisión, todos ellos serán remitidos al cuerpo médico. A todos los médicos del país, para que estos médicos, en asambleas zonales que se estructurarán en tantas zonas como núcleos del orden de los 150 médicos que existan en el país, para que esta asamblea en el curso de los meses que van desde marzo hasta julio del próximo año analicen ese temario dispongan de los documentos de las comisiones redactoras, pero que dispongan también de los documentos que emanen de los mismos colegas que integran esas comisiones zonales, debatan por ellos y tomen posición sobre los temas. Posteriormente a una nueva revisión por las comisiones redactoras de ese material con los agregados que los médicos les hagan, se elegirán los delegados de esos grupos a los plenarios finales que es la última etapa de la convención que se desarrolla a fines del mes de julio, donde toma posición definitiva el cuerpo médico sobre cada uno de los cinco temas y naturalmente los subtemas que se consideren que requieren decisiones particulares.

Hay entonces, posibilidades de participación, amplia y global para todos los médicos del país en torno a todos estos temas. Todo esto es fundamental a los efectos de que la participación permita el intercambio de ideas. Permita la opinión de todos, permita oscultar con mayor frecuencia y precisión cual es la posición de la comunidad frente a todas estas cosa. Paralelamente a estos actos que tienen que ver con la convención médica propiamente dicha, se irán realizando consultas a la comunidad que naturalmente no excluyen otros pasos que la comunidad tenga que seguir -hacia delante- para fijar sus posiciones sobre determinados temas que tienen que ver con la salud y la atención médica. Las autoridades de la convención han resuelto que en manos de los médicos y en manos de los gremios del SMU y de la FEMI quede la organización de reuniones informativas y de reuniones de análisis conjuntamente con la comunidad de cada uno de los puntos de los temarios a los efectos de conocer con claridad cual es la postura de cada uno en relación a esos temas.

Yo creo que podemos sintetizar esto en el lema, que es el lema de nuestra convención: entre todos un Uruguay saludable. Entre todos, con la participación de todos, con el esfuerzo de todos, podemos ir hacia un lugar de privilegio en la salud que no tenemos en el momento actual. Naturalmente que creemos que la convención en sí misma no termina en el análisis del tema. Es simplemente un paso, que será seguido por otros. La convención es el disparador –y ojalá que así sea- de una serie de esfuerzos de todos los sectores nacionales por poner a la salud en el lugar de privilegio que le corresponde. Por hacer que la salud sea una prioridad en el país. Por hacer que en todos esté el considerar cuanto y que debemos aportar a la salud, no sólo del punto de vista económico, sino de nuestra preocupación por la salud. Del punto de vista de acciones que favorecen el estado saludable de la población. No sólo de la persona humana, sino además del ambiente en el que vivimos. Es decir, que el concepto de Uruguay saludable no se agota en el individuo, ni en el conjunto de los individuos, sino que participa en el la salud entendida como un todo, la salud entendida como un bien que significa un estado de bienestar del individuo viviendo en sociedad y por lo tanto viviendo en un determinado medio.

Nosotros seguramente con esto vamos a lograr además la preocupación y la expresión de todos los sectores involucrados. Este será un largo pero satisfactorio recorrido porque lo haremos entre todos por un Uruguay saludable. Por eso yo quiero en este día hacer un brindis (simbólicamente y que vamos a hacer realmente en unos segundos, en un modesto ágape que tenemos para culminar junto con la otra expresión del día del médico que es el premio a los artistas), que levantemos las copas todos juntos para brindar entre todos y con todos por un país saludable. Muchas gracias.